ATENCIÓN PLENA: Carta para Isabella

Querida Isabella, 

Permíteme contarte la historia de Ruth, quien residía en una ciudad dinámica y se hallaba constantemente inmersa en un círculo vicioso de insatisfacción y ansiedad. Aunque llevaba una vida confortable y tranquila, siempre se preocupaba por el porvenir y se inquietaba por las equivocaciones que había realizado en el pasado. Este estado permanente de insatisfacción la mantenía atrapada por el temor al fracaso y la carga de los arrepentimientos.

Un día, Ruth halló una frase del filósofo Séneca que decía: "Para ser feliz es necesario erradicar dos elementos: el miedo a un futuro adverso y la memoria de un pasado adverso". Estas palabras la impactaron profundamente y comenzó a reflexionar sobre su propia vida y sus inquietudes constantes.

Ruth comprendió que su angustia era el producto de enfocarse en el pasado y el futuro en vez de vivir plenamente en el momento actual. Se aferraba a los errores que había cometido en el pasado, permitiendo que su memoria la atormentara constantemente. Mientras tanto, sentía miedo por el porvenir, imaginando diversos escenarios catastróficos que aún no habían sucedido.

Decidida a liberarse de esta carga emocional, Ruth decidió practicar la atención plena y el enfoque en el momento presente. Comenzó a realizar actividad física, meditar y mantener un diario de agradecimiento para enfocarse en los elementos positivos de su vida, lo que le permitió aprender a manejar sus pensamientos ansiosos.

Con el paso del tiempo, Ruth experimentó una transformación en su interior. Conforme adquiría la habilidad de dejar ir el pasado y dejar de inquietarse por el futuro, experimentaba una mayor paz consigo misma y con el entorno que la circundaba. Jamás había experimentado tanta confortabilidad y libertad.

Reflexionando, Ruth decidió liberarse del peso del pasado tomando lo ocurrido como experiencias y de la inquietud por el futuro considerándolo como metas viables de poder lograr, hallando de esta manera el secreto para lograr la felicidad y aliviar la ansiedad. Es posible hallar la tranquilidad y el gozo que tanto deseamos al ejercer la atención plena y fomentar una actitud de gratitud. No permitamos que el pasado y el porvenir nos usurpen la alegría que podemos gozar en este instante.

Con afecto, José Véliz




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